Sexo en Chamberí

por Carlota Valdés

Soy de las cientos de miles de mujeres que el ocho de marzo salieron a las calles a pedir igualdad, una igualdad que  aún estamos lejos de conseguir.  Durante estos meses he asistido pasmada a un auténtico movimiento de concienciación femenina que ha surgido un poco de repente y que tiene cosas que me gustan y otras que me disgustan muchísimo.

Está claro que cualquier mujer con dos dedos de frente debe ser y sentirse feminista (y no hay nada más triste que una mujer machista) pero también es cierto que la cosa se nos está yendo un poco de las manos sobre todo con ciertos artículos que una lee en los medios. Los medios de nuestro país, que nunca le habían hecho demasiado caso al feminismo son ahora los adalides número uno de la lucha feminista, lo cual es estupendo, pero a ver…que no somos gilipollas. También les conviene y mucho.

Me encanta y me extraña ver a partes iguales como en las librerías grandes ya hay una sección «Feminismo», como cualquier otro genero. Son cosas que la verdad, ya iba siendo hora y que demuestran que pese al 40% que tiene de moda, algo se está moviendo en la sociedad.

Creo por otra parte, que las mujeres además de salir a la calle debemos extender ese comportamiento feminista en todas las esferas de nuestra vida y no creo que suceda del todo así. Nos plantamos en la calle pero no en nuestra vida privada. A veces porque no nos dejan, pero otras  muchas porque no nos atrevemos. Nos da pereza salir de esa zona de confort y protección que nos ofrecen «los otros». Nos vemos aún como seres desvalidos que necesitan la protección de alguien, no necesariamente un hombre, pero si de alguien. Necesitamos continuamente un ser acompañante; una amiga, una madre, un novio, un hijo…que nos acompañen al lavabo, de viaje, de copas, de compras.

¿Por qué raras veces se encuentra uno a una mujer viajando sola? es realmente muy insólito verlo. Imagino que es porque nos da miedo. ¿Miedo de qué? De que nos pase algo ¿y por qué nos iba a pasar? ¿Por qué no se ve a una mujer cenando sola en un restaurante o sola de copas? ¿cuándo vamos a ver en un bar a las tías fumando y bebiendo cañas mientras ellos se ocupan de tranquilizar a los críos? Yo estas actitudes no las veo mucho aún. Y veo muy pocos hombres en Mercadona haciendo pedidos, es que no he visto ninguno, y veo pocos hombres solos con sus bebés en los consultorios de la seguridad social etc etc. Las únicas veces en las que los tíos quieren irse solos con los niños es para ligar en los museos y en los parques.

Están también estas mujeres que se separan y no les dan las custodias compartidas de los hijos a sus ex.maridos  «porque les van a cuidar mal» o «porque ellos no saben» o «porque están todo el día en el trabajo». Pues si no saben, que aprendan. Y si los críos se pasan esa semana comiendo congelados o latas, asunto del padre. Es su responsabilidad. Cuando dejemos de ir de «salvadoras» del mundo también habremos ganado bastante.

El trabajo es de la sociedad pero resulta que la sociedad somos también nosotras, esas que nos escandalizamos tanto cuando alguien desde un andamio nos dice «guapas» pero que no nos escandalizamos tanto cuando después de currar ambos, llega tu marido a casa y te pregunta: ¿Has puesto la lavadora? porque necesito mis camisas para mañana

Por otro lado,  toda publicación, novela, película, serie de televisión o historia tiene que tener ahora su sesgo feminista. Es la orden del mercado. Si lo tiene, más posibilidades de éxito tendrá. Pobre del que hable de amor ahora…el amor ya no se estila porque al fin y al cabo, tiene algo de dependencia. Y eso no se lleva nada.

Luego está el tema del nuevo feminismo y el cine, el arte, la literatura etc. He leído estas semanas estupideces en los medios como que hay que leer Lolila de Nobokov «con otros ojos» porque al fin y al cabo es la historia del abuso sexual de un hombre a una niña de quince años. Vamos, anda.  Por esa regla de tres nos cargaríamos toda la literatura o casi toda la del siglo XIX y XX. Por ejemplo ¿qué hacemos leyendo Madame Bovary? La historia de una mujer que muere entre horribles dolores como castigo a ser infiel no es feminista, Las mil y una noches no son feministas (fíjate tú, un harén) las novelas de las Bronte tampoco se pueden leer ya que representan un ideal de amor romántico que nos ha llevado a las mujeres a ser unas auténticas gilipollas. Y así podríamos cargarnos también las pelis de Woody Allen (porque pudo haber abusado de su hijastra).

Las ficciones son ficciones y no tienen  necesariamente que ser políticamente correctas ni servir a las corrientes y movimientos sociales. A veces sí y a veces no. No todo el arte está al servicio de una causa social y ahora parece obligatorio. Mi propia madre me criticaba hace poco achacándome que solo hablaba de relaciones y amor y en lo que escribía «hay otras cosas» decía. Ya, hay otras cosas pero a mi me interesan esas. Porque me interesen eso no creo que presente a la mujer como esclava del amor o las relaciones.

Por ejemplo yo en mis novelas podría ser tildada la mayor machista de este mundo ya que las cosas que cuento o las fantasías de muchas mujeres no son precisamente muy feministas. ¿Está reñido ser feminista con que te guste que te aten y te den caña en la cama? ¿Puede una defender la causa feminista «a muerte» y desear que la llamen «zorra» cuando está follando? Ahí lo dejo.

El otro día criticaban también en Radio 3 (una radio que yo escucho) que una marca de cosméticos diera un premio a la cara más guapa del cine español. ¿Se está denostando o rebajando de alguna manera la valía como actriz de la persona que recibe ese premio? ¿Es que cualquier cosa que huela a belleza y se asocie a la mujer la está minusvalorando como persona ? Creo que se nos está yendo la pinza muy mucho, con sinceridad. Y no me sorprendería si hubiera sido gradual, pero es que ha sido todo de golpe que es lo que huele un poco y creo que las cosas volverán a su justo medio, después de esta revolución que nos viene muy bien por otra parte.

Una amiga mía artista -y feminista no de ahora, si no de siempre- me decía el otro día que incluso hay movimientos que se están planteando que algún cuadro de Rubens también es machista. Y así podemos empezar y no parar, digo yo. Es cierto que el arte ha cosificado a la mujer a lo largo de los siglos. Pero la sociedad era otra a lo largo de los siglos y el arte también. Eran reflejo de un tiempo que ahora no podemos satanizar como «políticamente incorrecto». Es una chorrada hacerlo, más que nada.

Me cuentan que en los bares de Lavapiés  las tías ya no ligan. Ningún tío se atreve a entrarles por miedo a molestarlas o que se sientan agredidas o a que ellas les tilden de «machistas».  Pero aquí, como en todo, también hay un doble rasero. Cuando un tío feo y que no mola te entra, es un baboso y un machista. Si lo hace uno que está bueno, ya no molesta, claro. Encantadas del la vida.

¿Qué pensáis de todo esto? ¿Hasta qué punto es moda y hasta qué punto las mujeres estamos realmente concienciadas de que las cosas tienen que empezar a cambiar?

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