Sexo en Chamberí

por Carlota Valdés

Antes de nada pediros disculpas a los que seguís este blog por lo poco que escribo últimamente. Desde hace seis meses ando metida en algo que ocupa prácticamente todo mi tiempo y que os contaré en breve. Es un proyecto para el que necesitaré todo vuestro apoyo y ánimos..Pero hoy no voy a hablar de eso, que ya habrá tiempo, si no de mis últimos acontecimientos tinderiles y de la vida real que merecen desde luego unas líneas.

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Episodio del gilipollas que se quedó sin polvo por preferir una foto a la vida real

Resultó que estaba un sábado aquí en la tienda aburrida y me apetecía salir un rato a airearme, más que nada por tomar unas cañas. Di con un tío creo que en el «Adopta un tío» que me pareció medio bien (digo medio bien porque bien-bien no me parece ninguno) Quedamos en un bar de mi barrio, que ya sabéis cual es. Al principio todo normal excepto que tenía dos taras: una, era sevillano y hombre  y dos, estaba calvo, tres podría ser que tenía a su perro en su foto de Whastapp pero como nos pongamos así es que no paramos. En un momento de la noche cuando ya nos habíamos bajado casi una botella de vino va el tío y me suelta:

-«Oye, pues estabas mejor en las fotos que en persona. Me has sorprendido un poco»

-«Ah pues no se…es la primera vez que me dicen eso (gilipollas)

-«No, mira mira ya verás (sacando el móvil) aquí pareces más joven y no estás tan delgada ¿es de este año esta foto?

-«No es de hace dos»

-«Ahhhh ya decía yo…pero no te preocupes por esto que te digo, mujer. Lo importante es como te veas tú, no los demás…Además para tener 44 años estás muy bien (y para no tenerlos también, gilipollas)»

Como mi cara en estos momentos debió de ser un poema no se le ocurrió al muy memo más que decir : «Venga, no te enfades guapa..dame un besito» lanzándose a mi boca. Lo aparté de un manotazo y tardé cinco minutos en largarme del bar.

Lección para gilipollas: Si quieres follar no se te ocurra decirle a una tía que acabas de conocer que está mejor en las fotos aunque lo pienses….y luego dicen que el sentido común es el más común de los sentidos. Ya veo ya.

 

Episodio del que prefirió un chuletón de 400 gramos y un partido de la Champions a una noche conmigo

Este episodio sucedió hace poco y esta vez con alguien de «la vida real». Trataré de reproducir la secuencia más o menos como fue. Os pongo en antecedentes. Era alguien con el que me había liado una vez. una de esas personas que antes de acostarse contigo eres una especie de diosa y una vez que han follado pasas a ser una especie de cosa..Lo de tener muchas  ganas de follar es malo. Te hace ver cosas que no son. Total que un día de estos de partido de la Champions que a mi ni va ni me viene le digo…

-Pásate a buscarme y si quieres tomamos algo por aquí. Hoy es el único día que puedo hasta dentro de 10 días (este dato es importante)

-Es que resulta que ya había hecho planes. Voy a ver el partido de la champions yo solo en casa y a comerme un chuletón.

Esto sucedió como a las 18:00. Dos horas más tarde le mando yo un mensaje.

-«Eres un poco gilipollas, porque podrías haber visto el partido en mi casa y luego pasarte la noche follando conmigo»

-«No me dijiste nada de follar -respodió él-  Hubiera ido…Dijiste que quedáramos a tomar algo….Cuando quieras follar dímelo, joder, que me tienes despistado»

Es decir, si era para follar sí hubiese sacrificado partido/chuletón pero siendo solo para tomar algo como que no….

Respecto a lo de que se lo comunicara cuando quisiera sexo es que no se si quiera lo que pensar. Le dije que generalmente no lo tenía que pedir, que no es rollo ir a la farmacia, que esas cosas o surgen o se provocan pero desde luego no se piden. Faltaría más.

A las doce de la noche sucede lo más increíble, Recibo un whatsapp suyo:

«Ha sido el partido más emocionante que he visto en mi vida» (como diciendo…sacrifiqué el polvo por algo muy grande, nena…he preferido el partido antes que a ti pero ha sido un partido de antología..) Y digo yo: si en el segundo polvo me cambia por chuletón, lo más probable es que en el quinto me deje para irse a comer un bocata de beicon. ¿No?

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Lección para futboleros o amantes de los chuletones: A veces «ir a tomar una caña» acaba en polvo…Todo el mundo lo sabe. Segunda lección: a veces tomar una caña puede ser hasta mejor que un polvo, depende de la conversación. Eso nadie parece saberlo.

Y tercera lección (y como decía un novio mío muy porrero) El amor y el sexo son como un porro, nunca se piden; hay que esperar a que te lleguen.

Episodio de un encuentro inesperado que resulto no serlo tanto 

Este episodio sucedió ayer mismo. Estaba yo en mi tienda y aparece un chico  más o menos de mi edad que entra decidido sin apenas mirar mi preciosa tienda y pide una cosa rara:

-«¿Tienes Daryeland?»

Yo pienso: Joder, debe ser un experto en té que me está pidiendo una cosa rara que no tengo…A ver cómo salgo del paso.

-«No no tengo y además si te digo la verdad no conozco ese té….¿No será Darjeeling?

-«Si, ese! Es que me he liado»

Total que le doy el té y luego me empieza a contar cómo el prepara el té y resultaba que lo hacía todo mal, y le empiezo a explicar cuál es la manera correcta de hacerlo y blabla. Después paso a enseñarle los filtros y no se qué más.

Viene con un libro en la mano que deja encima de la mesa. Alguien que lleva un libro ya me provoca curiosidad. Y además era un libro raro, un libro de alguien que lee. No se ni como ni por qué al rato me pongo a contarle mi vida..no paro de hablar y a él parece que le interesa lo que le cuento. Tampoco parece tener ninguna prisa.

Le pregunté dónde vivía y cómo había dado con la tienda. Él me dijo que en Vallecas y que había buscado una tienda de té en Google y le había salido la mía. Eso me pareció algo raro….

Después tampoco se ni como, le digo que estoy separada, que tengo niños etc y él lo mismo. Resultaba que estábamos más o menos en la misma situación. A continuación empezamos a charlar de literatura bastante rato, de algunos libros que nos gustan, etc. Acabamos hablando de Kavafis un poeta griego al que no conoce ni Dios. Ahí ya debía de llevar más de una hora en la tienda.

Recuerdo que le conté que desde hace muchos años hacía este blog y que alguna gente había venido a la tienda a conocer a Carlota, que ya se lo enviaría para que me leyera.

En un momento dado me dijo que si yo me tomaría una caña con él. Le dije que claro que sí. Me pareció una persona interesante. Por el rato que llevaba hablando con él teníamos bastante en común. Se fue cuando ya tenía que cerrar la tienda porque ya no quedaba más remedio. Primero le di mi teléfono y luego ya, directamente le dije que si quería viniera a tomarse algo el viernes cuando cerrara la tienda.

Recuerdo que le dije:

-«Fíjate que suerte tienes que viniste a comprar té y te vas con una cita»

De camino a casa pensé que que guai lo de las casualidades y luego pensé que quizás no había sido tanta casualidad.

Desde el metro le mandé un mensaje al Whastapp:

«Siento ser desconfiada y bla bla bla pero prométeme que no me conocías de antes (Tinder o similares) , me has buscado en Internet y has dado con la tienda y conmigo» (eso ya me pasó una vez)

Me cuenta entonces que realmente me conocía del  Blog, que me lee desde hace cuatro años y que quería conocerme. Que le resultaba una persona interesante y que creyó que él podría gustarme pero que quería que surgiera como algo natural. También dijo que había dicho el nombre del té mal a posta. Eso fue lo que más me gustó.

Me enfadé un poco, no con él, si no en general. Constatar que las casualidades y el destino no existen y que todo está calculado siempre jode un poco pero por otro lado me resultó halagador…

Además de las explicaciones necesarias de por qué no había dicho la verdad desde el principio, él quería saber si nuestra caña del viernes seguía en pie, una vez que yo sabía que aquello no había sido casualidad.

Yo no le contesté a eso.

Durante la cena le conté toda la película a mis hijos, que se rieron mucho y me dijeron que era «mala» y «una malvada» si no quedaba con él y que ellos veían todo aquello «muy guai»

Lección para los que quieran conocer a sus blogueras favoritas: Siempre tenéis que tener en cuenta la inteligencia del adversario. Carlota ha vivido tantas aventuras que sabe perfectamente que las casualidades así solo suceden en las películas de Frank Capra.

Mi madre está preocupada por mi privacidad. Me dice que no debo mezclar mi trabajo y las cosas que escribo con mi vida personal. La pobre aún no se ha dado cuenta de que llevo años contando mi vida privada en este blog.

Y ahora….me interesa saber qué haríais vosotros con..

-el de las fotos

-el que me cambio por la chuleta

-el amante del té Darjeeling que quería conocer a Carlota de extranjis

 

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