Recuerdo que hace un par de años tuve un pre-novio diez años más joven que yo, uno al que inicialmente mi edad no pareció importarle pero luego resultó que sí, que si le importaba. Como ya veía yo que a él le faltaban las ganas, la implicación, la alegría y todo en general pero sin embargo sí le gustaba el sexo, un día le dije la frase esta de…»mira, si quieres que no nuestro funcione tienes que poner más de tu parte, no se puede hacer la tortilla sin romper los huevos». Y él me dijo: «No hay tortilla». Creo que es una de las frases que recordaré por absolutamente genial y cruel, por ambas cosas. En general, y a estas edades, casi nunca «hay tortilla», como mucho una yema espachurrada, una clara viscosa, un trozo de cáscara. Con esos mimbres nos tenemos que hacer una especie de tortilla desestructurada, como las de Ferrán Adriá.
Esto viene al caso porque a menudo la gente no quiere perderse nada, ni implicarse en nada. Lo queremos todo sin arriesgar o renunciar a nada. Queremos amor pero a la vez queremos follarnos a quince, queremos tener conversaciones interesantes y compartir intereses pero a la vez que no nos molesten, ni nos rayen, ni tener el más mínimo compromiso con nadie. Ya no hablo de amor, hablo de todo en general. Hace poco leía un libro que iba de esto, se llama «Amor líquido» y explica muy bien la volatilidad de las relaciones en la actualidad.
La falta de sentido del humor siempre ha sido problemática pero ahora hay que sumarle también la falta del sentido del amor. No queda mucho ya para dejar de follar porque sin amor, sin humor, en breve tampoco le veremos sentido al sexo. Preferiremos ver una serie.
Una de mis mejores amigas me ha dado permiso para contar algo que le ha pasado y que es representativo de la época esta de «amor líquido» que estamos viviendo, de lo que está pasando con las relaciones, si es que se pueden llamar relaciones a estas «cosas» que tenemos ahora. Esta amiga conoció hace un par de meses a alguien bastante interesante (bastante más que otros con los que se ha estado liando), se conocen a través de una app de ligoteo y empiezan a verse con relativa frecuencia, se hablan todos los días por whatsapp, se lo pasan bien juntos y tienen un montón de cosas en común. Pero hete aquí que el tío, que ronda los cincuenta, le dice que todo muy bien pero que él esto de la monogamia no le va mucho, antes sí, pero ahora ya no, que él no cree en el amor y que no está preparado para tener «pareja» o una relación «monógama». La otra se queda un poco a cuadros, vaya manera de empezar, pero bueno, le dice que mientras no se lo cuente que todo guay. Que ella también hará lo propio si alguna vez le apetece.
Hay además otro problemilla añadido. Después de digamos un mes y pico, ella le tiene que pedir a él que se quite de las apps donde aún permanece activo porque una cosa es acostarse con otras si surgía o lo que fuera y otra muy distinta buscarlas activamente. A ella le sonaba un poco a cachondeo tener una relación tan cercana con alguien y que ese alguien estuviera buscando tías en sus ratos libres. Los dos quedaron en que se quitarían de las apps y ese sería el trato.
Total que ella siguió tan feliz pero un día se vuelve a activar las apps para ver si efectivamente él se ha borrado (pecó de desconfiada pero con razón)…y resulta que no. Y claro., se le queda cara de gilipollas, más que nada porque ella sí ha cumplido la promesa. Podía haber quedado con un montón de tíos pero no lo hace para por lo menos dar una oportunidad a que eso funcione.
En este caso. el ligue de mi amiga E, o prenovio como yo les llamo, decidió que valía más el entretenimiento de seguir ahi fisgando en busca de más tías con las que acostarse en vez de quedarse tranquilo con algo que iba bien y que estaba empezando. Y digo yo: cuando a un tío le interesas tan tan poco ¿qué coño estás haciendo con él? es más o menos lo que yo le pregunté. Ese tío va a seguir así. Nunca va a cambiar. Prefiere la cantidad, la variedad, el granel…la posibilidad de acostarse con muchas más que estar contigo por mucho que le puedas ofrecer. Puede ser que en realidad ella no le gustase demasiado al tío en cuestión (esto no se lo dije).
Quizás ella se hubiera conformado con la situación si el tiempo que pasaban juntos se hubiera sentido como la Reina de Saba, pero es que tampoco. Él la trataba con bastante indiferencia, jamás le dijo nada que le diera a entender que le gustaba. La pregunta es ¿por qué seguía con ella si aparentemente no le interesaba? Yo creo que quizás por tener la comodidad de acostarse con alguien de vez en cuando sin tener que currárselo demasiado. Mi amiga era alguien que estaba «ahí», como un «comodín».
Finalmente le dijo que prefería que fueran solo «follamantes», porque él no quería dar explicaciones y quería entrar y salir y quedar y desquedar y que si alguna vez se colgaba tanto de una tía (que obviamente no sería ella) ya vería si volvía a ser monógamo y tal y cual.
No se si mi amiga seguirá con ese tío o no. Probablemente sí hasta que encuentre un repuesto, lo cual sucederá en breve conociéndola.
Ya dije en mi anterior post el de los propósitos de 2017 que no hay que pedir más que fuego para encenderse el cigarrillo en esta vida, que el amor, el sexo, la atención no se piden. Cuando tienes que pedirlo obviamente no interesas. Rogarle a alguien con el que sales que se quite del Tinder es lo peor ¿no os parece? Es como cuando le mandas a alguno una foto en bolas y no te contesta (más o menos) Ese no solo no se merece la foto. No merece vivir, directamente. O cuando le dices a alguien «Me gustas» o «Te he echado de menos» y te dicen «Gracias».
Me viene a la mente otro de mis momentos estelares en el que llevaba ya más de una semana sin ver a mi entonces novio. Y le dije «anda ven, que tengo ganas de verte y tal y cual» y él me dijo que ni de coña «He sacado del congelador un chuletón de Avila y si no me lo como esta noche se me pierde. No puedo ir» y luego añadió «es que si fuera normal….pero es de Ávila».
En mi caso, realmente, cuando he conocido a alguien por Tinder, Adopta un tío etc nunca he tenido que pedirles que se quitaran de ahí, ya lo han hecho de motu propio, imagino que porque les gustó más la posibilidad real de estar conmigo antes de la hipotética de estar con veinte que pudieran ser mejores que yo.
Aún así quizá esté yo pecando de mojigata, retrógada o pasada de moda. Porque ahora parece llevarse mucho el poliamor, las relaciones abiertas y demás y alguien que quiere sencillamente una pareja o un novio es tildado de antiguo o le dicen cosas tipo ¿Pero tú no querrás ESO verdad? La mayoría de los tíos de mi generación (sobre todo los que vienen revenidos de relaciones anteriores), piensan que el amor no existe, que es todo una engañifa y que a ellos «no les vuelven a pillar en una de esas». Con lo cual a las de cuarenta y tantos solo nos quedan dos salidas: o liarnos con uno de venticinco que aún no le han maleado o con uno de sesenta, que ya se lo sabe todo y además le da igual.
También a algunas os sonarán este tipo de tíos que te dicen que acaban de terminar una relación o les acaban de dejar justo cuando tú les has conocido (mira qué casualidad) y que hasta entonces ellos se enamoraban muchísimo y lo daban todo en las relaciones, y eran súper cariñosos pero que fíjate qué rabia que ahora han decidido que ya no, justo cuando te han conocido a ti, Vaya por Dios. Y tú eres la que precisamente tienes que pagar por la ex novia o la mujer hija de puta. ¡ Pero oye, que nosotras no tenemos la culpa!
Yo creo que ahora cuando conozcamos a alguien hay que decir es que salimos de una relación traumática y que nosotras también hemos acabado con el amor, que si quieren las migas que bueno pero que más no. Que el trozo bueno ya se lo llevó el anterior, fíjate cómo es la vida.
En resumen, que a los que os digan que no saben lo que quieren pero si lo que no quieren, preguntadles también qué si recuerdan su nombre y su dirección, no vaya a ser. Nunca hubo más gente sin saber lo que quiere (y no que no quiere). Como diría mi abuela, estamos todos, «muy perdidiños» o quizá tenga razón mi madre que dice que «para tomarse un vaso de leche no hay que comprarse la vaca entera».
¿Qué pensáis de todo esto? Si estáis saliendo con alguien ¿os importa que esté en las apps buscando a más tías o no debería ser algo relevante? ¿No pensáis que hemos perdido totalmente el rumbo en las «relaciones»? ¿Pensáis como yo, que hoy en día «no hay tortillas» en ninguna parte? Menos mal que sí hay vino.
Un tema interesante Carlota.
Sobre el tipo de relaciones (por llamarlo de algún modo) como las que comentas de tu amiga, si de antemano las cosas quedan claras y ambas partes lo aceptan, no veo problema. Está claro que, quien la propone, sólo busca compañía y sexo seguro y quien la acepta, si tiene un mínimo de amor propio, también.
Respecto a esa actitud que comentas que suelen adoptar los tíos, como tío que soy y, dado que tengo alguien cercano que se asimila bastante a lo que describes, me toca hacer de abogado del diablo.
Es probable que un tío que está solo y sale de una relación larga, haya sido dejado . Los tíos no solemos abandonar una relación así si no tenemos otra asegurada. En ese caso, es probable que haya resentimiento, de ahí las reticencias a embarcarse en una nueva relación. Además, a nosotros no nos gusta complicarnos la vida, y por complicarnos me refiero al compromiso y la responsabilidad.
Por otra parte, y esto creo que es generalizable a ambos géneros, con la edad nos volvemos más exigentes, maniáticos, menos tolerantes con los defectos ajenos, en resumen, menos proclives a compartir nuestra vida con otra persona que cuando éramos más jóvenes.
También hay que tener en cuenta que los tíos somos menos emocionales y podemos estar más tiempo solos o con relaciones esporádicas. No tenemos tanta necesidad de recibir amor ni, sobre todo, de darlo. A pesar de eso, un tío que está solo busca relaciones para tener sexo, reafirmarse que sigue siendo capaz de ligarse a tías, para llenar una mínima necesidad de compañía y cariño, y para eso la selectividad no es tan importante. Seguramente si damos con una tía que nos atraiga en todos los sentidos, no hay problema en comprometerse. Lo de que no se sabe lo que se quiere o que no se está preparado porque ha habido una relación traumática reciente, probablemente sean excusas para no admitir la cruel realidad.
Mejor explicado imposible, querido…Gracias por arrojar un poco de luz sobre la incomprensible mente masculina. Es realidad es que somos muy distintos. Es así de pe a pa ..por lo menos tiene toda la lógica del mundo. Besos y gracias por estar por aquí con estas reflexiones que creo nos hacen aprender a todos.
Gracias a ti, Carlota, por brindarnos la oportunidad de hablar de estas cosas. Es una pena que no se anime más gente a comentar.
No sé si soy certero, seguramente muchos no estarán de acuerdo. Simplemente es mi opinión, forjada en cosas que he observado y escuchado.
Lo que sí está claro es que somos muy distintos. Los hombres, por ejemplo, tenemos mucha más facilidad para desarrollar comportamientos violentos y crueles, tanto con los de nuestra especie, como con otros seres vivos. Quizás el hecho biológico de que las mujeres estáis dotadas para engendrar vida os haga tener más dificultades para destruirla, o facilidad para empatizar con el sufrimiento ajeno.
Estoy convencido de que un mundo gobernado por mujeres, y me refiero a todos los ámbitos de poder, sería un mundo mejor. Claro que, con la mitad de la población abducida por religiones que promueven la sumisión de la mujer ante el hombre, lo veo difícil. Con todo lo malo, creo que somos muy afortunados de vivir en esta parte del mundo.
Besos.
“Hay momentos en que todo es tan fácil como hacer caso del deseo. El deseo es el hilo conductor de la vida. Solo nos mueve eso. El deseo es anticiparte al placer que te proporcionará algo. ¿Y el amor? El amor es el hábito del deseo. El deseo es como una olla de arroz cuando hierve, crea esas burbujas que suben, bajan y desaparecen. Una burbuja sustituye a la siguiente y es importante ser consciente, porque al final del día todas las burbujas se parecen. Hay hombres que son adictos al orgasmo: no a la mujer con quien sea que lo alcancen. Y luego ¿qué? Para mí el sexo no es nada. No tiene importancia. Tan solo existe el deseo. El deseo, aquello que imagino, aquello que avanzo que pasará. Soy adicta al recuerdo de lo que vendrá. Cuando ya ha llegado no me interesa. Era adicta, ahora ya he decidido respirar y nada más. ”
Iolanda Batallé (Haré todo lo que tú quieras)
Me gusto este aporte. Te felicito. Continuare leyendo tu Blog, Gracias.
Hace poco conocí tu blog y fue por puro azar. La primera entrada que leí es, de hecho, esta en la que te comento. Me sentí totalmente identificada con lo que escribías y, es más, llegué a asustarme al pensar que el hombre del que hablabas (ese de tu amigo E.) era el mismo hombre en el que yo pensaba y pienso. Muchos rasgos parecidos: la edad, una ruptura dolorosa y no superada, la no creencia en las relaciones monógamas; pero también, los buenos ratos, el verse con relativa frecuencia, hablar todos los días… Y pronto pensé, dando pie a la imaginación, seguro que el hombre del que habla también es un hombre de letras, uno de esos que tiene libros en su casa: «‘If you go home with somebody, and they don’t have books, don’t fuck ‘em!’ Pues eso. Y además uno de esos que viajan y que lo sabes por las historias que te cuentan y por los objetos decorativos de su casa. Este de hecho primero me sorprendió con Marruecos y luego con las Azores. Pero, espera, ninguno de esos destinos era para mí. Era para otras del harén que, para más inri, no sabían entre ellas que iban a realizar con él esos viajes. Se le da jugar a las triquiñuelas como nadie. Quizá sea por el hecho de haber nacido en julio y ser cáncer. No es que yo sea una experta zodiacal, pero la experiencia de vida me ha enseñado bastante sobre los varones cangrejos. Eso sí, lo de andar para atrás nos lo dejan a nosotras. Ellos nunca regresan, no reconocen, no vuelven a buscar. En cambio nosotras sí, a pesar de todo, volvemos. Necesitamos nuestra dosis porque de alguna manera se vuelven adictivos. No sé en qué punto te encontrarás con él, si acaso estas llenas de amantes y él quedo en el olvido. Tampoco sé si eres de las que todo lo hace poniendo su cerebro, su tripa y su corazón. Si sigues con él y, si me admites un consejo, huye. Te lastimará. Si no, sigue divirtiendo hasta ahora yendo a Marruecos o a las Azores. Espero que recibas mi consejo desde la mayor humildad y desde el compañerismo femenino. Que, por cierto, ya que me he lanzado a escribir, he de decirte que leí tu última entrada y he de darte la enhorabuena. Es cierto que hay cosas que no termino de compartir, la gran parte del mensaje sí. Hay una nueva ola de feminismo que bien podría ser una moda y compartir con ésta su carácter efímero y de efecto de masas, también conocido como «efecto de borricos.» Y se está desvirtuando lo que realmente es y lo que realmente importa. Eché de menos un listado de libros que cubrieran tanto esa parte más feminista «histórica» y otros de la «nueva ola». Sé que, por lo que escribías, no son tus temas fetiche y también sé que basta con «gogglear» para obtener información pero estaría bien esa revisión bajo la mirada irónica de Carlota. Seguro que conoces ya a Virginie Despentes, ahora han reeditado su Teoría King Kong y está en boca de todos. Seguro que hasta de los hombres que describes en el artículo que aquí comento y que creo que ambas conocemos bien. Suerte con tu trayectoria, los hombres sobran y las mujeres escritoras y con voces originales necesarias.
Me encantó tu artículo, curiosa manera de escribir 🙂