Sexo en Chamberí

por Carlota Valdés

Recuerdo que hace un par de años tuve un pre-novio diez años más joven que yo, uno al que inicialmente mi edad no pareció importarle pero luego resultó que sí, que si le importaba. Como ya veía yo que a él le faltaban las ganas, la implicación, la alegría y todo en general pero sin embargo sí le gustaba el sexo, un día le dije la frase esta de…»mira, si quieres que no nuestro funcione tienes que poner más de tu parte, no se puede hacer la tortilla sin romper los huevos». Y él me dijo: «No hay tortilla». Creo que es una de las frases que recordaré por absolutamente genial y cruel, por ambas cosas. En general, y a estas edades, casi nunca «hay tortilla», como mucho una yema espachurrada, una clara viscosa, un trozo de cáscara. Con esos mimbres nos tenemos que hacer una especie de tortilla desestructurada, como las de Ferrán Adriá.

Esto viene al caso porque a menudo la gente no quiere perderse nada, ni implicarse en nada. Lo queremos todo sin arriesgar o renunciar a nada. Queremos amor pero a la vez queremos follarnos a quince, queremos tener conversaciones interesantes y compartir intereses pero a la vez que no nos molesten, ni nos rayen, ni tener el más mínimo compromiso con nadie. Ya no hablo de amor, hablo de todo en general. Hace poco leía un libro que iba de esto, se llama «Amor líquido» y explica muy bien la volatilidad de las relaciones en la actualidad.

La falta de sentido del humor siempre ha sido problemática pero ahora hay que sumarle también la falta del sentido del amor. No queda mucho ya para dejar de follar porque sin amor, sin humor, en breve tampoco le veremos sentido al sexo. Preferiremos ver una serie.

Una de mis mejores amigas me ha dado permiso para contar algo que le ha pasado y que es representativo de la época esta de «amor líquido» que estamos viviendo, de lo que está pasando con las relaciones, si es que se pueden llamar relaciones a estas «cosas» que tenemos ahora. Esta amiga conoció hace un par de meses a alguien bastante interesante (bastante más que otros con los que se ha estado liando), se conocen a través de una app de ligoteo y empiezan a verse con relativa frecuencia, se hablan todos los días por whatsapp, se lo pasan bien juntos y tienen un montón de cosas en común. Pero hete aquí que el tío, que ronda los cincuenta, le dice que todo muy bien pero que él esto de la monogamia no le va mucho, antes sí, pero ahora ya no, que él no cree en el amor y que no está preparado para tener «pareja» o una relación «monógama». La otra se queda un poco a cuadros, vaya manera de empezar, pero bueno, le dice que mientras no se lo cuente que todo guay. Que ella también hará lo propio si alguna vez le apetece.

Hay además otro problemilla añadido. Después de digamos un mes y pico, ella le tiene que pedir a él que se quite de las apps donde aún permanece activo porque una cosa es acostarse con otras si surgía o lo que fuera y otra muy distinta buscarlas activamente. A ella le sonaba un poco a cachondeo tener una relación tan cercana con alguien y que ese alguien estuviera buscando tías en sus ratos libres. Los dos quedaron en que se quitarían de las apps y ese sería el trato.

Total que ella siguió tan feliz pero un día se vuelve a activar las apps para ver si efectivamente él se ha borrado (pecó de desconfiada pero con razón)…y resulta que no. Y claro., se le queda cara de gilipollas, más que nada porque ella sí ha cumplido la promesa. Podía haber quedado con un montón de tíos pero no lo hace para por lo menos dar una oportunidad a que eso funcione.

En este caso. el ligue de mi amiga E, o prenovio como yo les llamo, decidió que  valía más el entretenimiento de seguir ahi fisgando en busca de más tías con las que acostarse en vez de quedarse tranquilo con algo que iba bien y que estaba empezando. Y digo yo: cuando a un tío le interesas tan tan poco ¿qué coño estás haciendo con él? es más o menos lo que yo le pregunté. Ese tío va a seguir así. Nunca va a cambiar. Prefiere la cantidad, la variedad, el granel…la posibilidad de acostarse con muchas más que estar contigo por mucho que le puedas ofrecer. Puede ser que en realidad ella no le gustase demasiado al tío en cuestión (esto no se lo dije).

Quizás ella se hubiera conformado con la situación si el tiempo que pasaban juntos se hubiera sentido como la Reina de Saba, pero es que tampoco. Él la trataba con bastante indiferencia, jamás le dijo nada que le diera a entender que le gustaba. La pregunta es ¿por qué seguía con ella si aparentemente no le interesaba? Yo creo que quizás por tener la comodidad de acostarse con alguien de vez en cuando sin tener que currárselo demasiado.  Mi amiga era  alguien que estaba «ahí»,  como un «comodín».

Finalmente le dijo que prefería que fueran solo «follamantes», porque él no quería dar explicaciones y quería entrar y salir y quedar y desquedar y que si alguna vez se colgaba tanto de una tía (que obviamente no sería ella) ya vería si volvía a ser monógamo y tal y cual.

No se si mi amiga seguirá con ese tío o no. Probablemente sí hasta que encuentre un repuesto, lo cual sucederá en breve conociéndola.

Ya dije en mi anterior post el de los propósitos de 2017 que no hay que pedir más que fuego para encenderse el cigarrillo en esta vida, que el amor, el sexo, la atención no se piden. Cuando tienes que pedirlo obviamente no interesas.  Rogarle a alguien con el que sales que se quite del Tinder es lo peor ¿no os parece? Es como cuando le mandas a alguno una foto en bolas y no te contesta (más o menos) Ese no solo no se merece la foto. No merece vivir, directamente. O cuando le dices a alguien «Me gustas» o «Te he echado de menos» y te dicen «Gracias».

Me viene a la mente otro de mis momentos estelares en el que llevaba ya más de una semana sin ver a mi entonces novio. Y le dije «anda ven, que tengo ganas de verte y tal y cual» y él me dijo que ni de coña «He sacado del congelador un chuletón de Avila y si no me lo como esta noche se me pierde. No puedo ir» y luego añadió «es que si fuera normal….pero es de Ávila».

En mi caso, realmente, cuando he conocido a alguien por Tinder, Adopta un tío etc nunca he tenido que pedirles que se quitaran de ahí, ya lo han hecho de motu propio, imagino que porque les gustó más la posibilidad real de estar conmigo antes de la hipotética de estar con veinte que pudieran ser mejores que yo.

Aún así quizá esté yo pecando de mojigata, retrógada o pasada de moda. Porque ahora parece llevarse mucho el poliamor, las relaciones abiertas y demás y alguien que quiere  sencillamente una pareja o un novio es tildado de antiguo o le dicen cosas tipo ¿Pero tú no querrás ESO verdad?  La mayoría de los tíos de mi generación (sobre todo los que vienen revenidos de relaciones anteriores), piensan que el amor no existe, que es todo una engañifa y que a ellos «no les vuelven a pillar en una de esas». Con lo cual a las de cuarenta y tantos solo nos quedan dos salidas: o liarnos con uno de venticinco que aún no le han maleado o con uno de sesenta, que ya se lo sabe todo y además le da igual.

También a algunas os sonarán este tipo de tíos que te dicen que acaban de terminar una relación o les acaban de dejar justo cuando tú les has conocido (mira qué casualidad) y que hasta entonces ellos se enamoraban muchísimo y lo daban todo en las relaciones, y eran súper cariñosos pero que fíjate qué rabia que ahora han decidido que ya no, justo cuando te han conocido a ti, Vaya por Dios. Y tú eres la que precisamente tienes que pagar por la ex novia o la mujer hija de puta. ¡ Pero oye, que nosotras no tenemos la culpa!

Yo creo que ahora cuando conozcamos a alguien hay que decir es que salimos de una relación traumática y que nosotras también hemos acabado con el amor, que si quieren las migas que bueno pero que más no. Que el trozo bueno ya se lo llevó el anterior, fíjate cómo es la vida.

En resumen, que a los que os digan que no saben lo que quieren pero si lo que no quieren, preguntadles también qué si recuerdan su nombre y su dirección, no vaya a ser. Nunca hubo más gente sin saber lo que quiere (y no que no quiere). Como diría mi abuela, estamos todos, «muy perdidiños» o quizá tenga razón mi madre que dice que «para tomarse un vaso de leche no hay que comprarse la vaca entera». 

¿Qué pensáis de todo esto? Si estáis saliendo con alguien ¿os importa que esté en las apps buscando a más tías o no debería ser algo relevante? ¿No pensáis que hemos perdido totalmente el rumbo en las «relaciones»? ¿Pensáis como yo, que hoy en día «no hay tortillas» en ninguna parte?   Menos mal que sí hay vino.

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