Sexo en Chamberí

por Carlota Valdés

Este miércoles 13 de septiembre sale a la venta la segunda de las dos novelas que he escrito, «Lo que descubrí de ti». Personalmente me siento más cerca de esta novela que de la otra aunque me gustan mucho las dos, pero en esta hay dos cosas que me interesan además del auto-descubrimiento a través del sexo: hay amor (es otro tipo de amor que en la primera, más peliculero) y hay un gran viaje de por medio. Y también creo que es más «novela», pasan más cosas y está más «armada». Así es como yo la veo pero todo depende de vosotros los lectores, claro. Ya me iréis contando.

Esta me da aún más miedo que «Lo que no sabía de mi» porque prácticamente nadie a excepción de mi editora ha leído el borrador. Que te lean antes de publicar a mi, personalmente me causa mucha inquietud. Prefiero que me lean después, cuando ya no hay nada que hacer. Una de las cosas que he aprendido es que un escritor está solo. Aún recuerdo a mi madre tres días antes de sacar «Lo que no sabía de mi»: «Hija mía. ¿tú crees que está bien escrita tu novela? y yo le contesté: «No lo se..pero francamente a dos días de que esté en las librerías ya no hay remedio. Mejor pensar que si y gracias por los ánimos, madre».

Inicialmente esto sólo iba a ser una novela pero cuando ya iba muy avanzada «Lo que no sabía de mi» mi editora me propuso hacer una segunda, así que las escribí seguiditas, una detrás de la otra, con un breve descanso que coincidió con las Navidades. Tengo que decir que tras tres o cuatro meses escribiendo la primera estaba algo saturada del tema sexo y me costó arrancar de nuevo. El sexo es algo bastante potente, también escribirlo..diría que toda mi energía sexual de esos meses la volqué en estas historias. Escribir una novela te deja bastante agotada mentalmente así que volver a ponerme las pilas inmediatamente fue bastante complicado. Como la otra, fue escrita íntegramente en Camelia, mi tienda de té. Recuerdo que cuando entraban los clientes a veces me fastidiaba enormemente..estaba realmente en la historia y cuando tenía que apartar el portátil de la mesa para despachar el té se daban situaciones bastante cómicas.

Si el hacer mi primera novela ya ha sido un sueño hecho realidad, imaginad cuando me enteré que me iban a publicar dos. Recuerdo aquellos meses de invierno como en una nube. Flotaba…No sabía ni dónde estaba y no paraba de escribir. Fue una época maravillosa de mi vida y lo que es mejor, fui plenamente consciente de lo feliz que era. Es una mezcla muy rara de felicidad, expectación y miedo. Nunca sabes si lo que estás haciendo está bien o mal. Como en el caso de la primera, la escribí desde las tripas. Podrán gustar o no pero son sinceras y auténticas.

House Boat en Kerala, uno de los lugares del sur de la India por donde viaja Carlota en «Lo que descubrí de ti»

«Lo que descubrí de ti» empieza con un viaje de esos de encontrarse a una misma que tanto nos gustan, un viaje que yo hice (realmente lo hice en dos veces), aunque no exactamente en las mismas circunstancias pero sí un viaje «sanador». Cuando viajas sola siempre es una experiencia y quería contar eso, cómo es el viajar sola, la mezcla de miedo y excitación y qué es lo que le pasa a una en la cabeza. En la novela nos encontramos con Carlota en el sur de la India donde le pasarán aventuras mil, también aventuras sexuales. En un centro de Ayurveda se encontrará con Kamal, un profesor de Yoga con el que se iniciará en el sexo tántrico y verá la sexualidad de otra manera. Después, en las playas de Goa aparecerá Greta, una artista con la que establecerá una relación que irá más allá de la amistad. De vuelta en Madrid, nuestra Carlota se dispone a cambiar de vida radicalmente y proyecta montar un pequeño negocio, que ya sabéis cuál será…o lo podéis adivinar. Y también cuando vuelve aparece un personaje que para mi, junto con la madre, es el mejor de los dos libros: una abuela maravillosa que es toda una «personaja».

Carlota también pasa por las playas de Goa

Pero no acaba aquí la cosa, porque pronto aparece también un misterioso y sexy personaje a través de Internet que va a enredar a Carlota en una tela de araña de la que no querrá ni podrá escapar.

En cuanto al sexo, es igual de excitante que en la primera, pero de otra manera…es también distinto ya que ella ya noe está tan perdida como en la primera parte. Y creo que la novela dos tiene también la escena «más fuerte» en forma de un relato que escribe Carlota…acordaos este nombre: Leyla.

Y el humor, claro, que nunca puede faltar, está allí por donde se puede…en la madre, tan loca o más que en la primera parte, la abuela, el amigo estilista….

y como no, también sabremos qué ha pasado con Antoine…

Acabé mi borrador en la terraza del Pain Quotidien de Fuencarral (que curiosamente también sale en la novela). Hacía ya calor y me pasé dos o tres horas releyendo y corrigiendo el borrador. Cuando lo acabé recuerdo que me puse a llorar de la emoción allí en medio. Realmente es como parir, un momento muy intenso. Además, cuando acabas un borrador nunca lo quieres «soltar», siempre encuentras cosas que corregir, es bastante horrible….

Escribir un libro es realmente un momento de felicidad pero también complicado ya que uno se enfrenta a todos sus miedos de golpe, y sale con algo muy «íntimo» al mundo. Es un momento delicado. Y luego hay que trabajar mucho. Venderse a uno mismo y su trabajo resulta entretenido pero también agotador. No es un camino de rosas. No hay más que ver todos los libros que hay en una librería para que a una se le caiga el alma a los pies. Yo lo veo como una carrera de fondo, una carrera que solo acaba de comenzar.

El bar de Malasaña El Palentino y su dueña, Loli, también salen en «Lo que descubrí de ti»

Desde aquí quiero daros las gracias a todos los que ya habéis leído «Lo que no sabía de mi» y los que la habéis recomendado a vuestros amigos, familia etc. Ver como la novela está gustando tanto y leer vuestros correos o mensajes en las redes tan cariñosos es increíble. La mayoría de las veces me emocionan, no me lo acabo de creer del todo. Y quiero seguir así, siempre con esa inocencia. No quiero ser una escritora que va de escritora. Me queda tanto por aprender. Me pongo nerviosa solo con todo lo que me queda por leer.

Mi «Pelos» en la librería de El Corte Inglés

Para mi, mis novelas ya no son mías,  tienen vida propia y ya vuelan solas. De alguna manera es como si ya siguieran su propio camino. Una vez que salen de tu ordenador, ya no son tuyas. Las veo ya como algo ajeno, que se me ha escapado. Cada semana voy a verlas a las librerías, como si fuera una madre que espía a sus niñas por la ventana de la guardería. Voy a ver si están bien colocadas, si hay pocas o muchas, pregunto a los vendedores…al parecer no soy la única. Lo hacemos todos los escritores que empezamos -eso me han dicho-

Me gustaría hacer una tercera novela, porque creo que la trama «la pide» y de alguna manera no quiero separarme de Carlota…creo que le queda más recorrido. Ya veremos…

Sólo aspiro a crear historias donde a la gente le apetezca quedarse a vivir un rato,. Porque al fin y al cabo ¿qué es leer si no vivir por un rato otras cosas, estar en otras vidas, viajar a otros sitios?

Gracias por estar siempre por ahí y espero que después de este post os apetezca leer «Lo que descubrí de ti». 

 

 

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